Las calles sucias, los ceniceros vacíos
Los ayuntamientos piden concienciación a los fumadores para mantener limpia la vía pública · En Algeciras, la Policía puede sancionar con multas de 100 euros, tras la aprobación de las nuevas ordenanzas
Las colillas de los cigarrillos traen de cabeza a los barrenderos y es que gran parte de la basura que recogen en las calles pertenecen a los residuos de tabaco. Los ciudadanos están cada día más concienciados con la importancia de reciclar la basura. El papel, los plásticos, los bricks se depositan en los contenedores habilitados para ello, pero qué hacer con las colillas, lo más cómodo, tirarlo a la vía pública. Esta práctica es más habitual desde que se prohibió fumar en los lugares de trabajo o edificios públicos. En la mayoría de los casos no se habilita zona para fumadores y salen frecuentemente a la calle, en la que dejan su huella. Lo mismo ocurre en las playas, es muy frecuente encontrarse colillas entre la arena y en la orilla o en el agua.
Ningún municipio de la comarca dispone de contenedores ceniceros para los cigarrillos, con la excepción de los edificios municipales. Todos sus responsables de limpieza se quejan de la falta de sensibilización de los ciudadanos y en algunos ya se están tomando medidas.
Este es el caso de Algeciras en el que las nuevas ordenanzas aprobadas el pasado 16 de junio prohiben arrojar colillas a la vía pública, considerando esta práctica una infracción leve según el artículo 83 de dicha normativa. Desde el área de Limpieza, se asegura que la multa prevista puede ir entre los 100 y los 750 euros. La mayoría de los ciudadanos desconoce estas ordenanzas, actualmente se pueden leer en la página web municipal. Sin embargo, la delegación que dirige Juan Lozano va a editar un libro con las nuevas normas para difundirlos entre las asociaciones y colectivos. El técnico de la delegación, Martín Caballero, añade que aún no se han puesto multas al respecto pero los agentes de Policía pueden aplicarlas ya porque están en vigor.
Caballero asegura que no tiene un afán recaudatorio pero sí de concienciación. Además, apunta que las multas se han adaptado a la realidad. Algeciras ha tomado como referencia a las ciudades de Sevilla, Málaga, Cádiz, e incluso Madrid para redactar la nueva normativa. La ley también es bastante estricta con aquellos vecinos que no respeten el horario de recogida de basura, que dejen los excrementos de perros en la calle o que muevan los contenedores de lugar. En La Línea no existen infracciones todavía por arrojar colillas a la calle, no obstante, la responsable municipal de esté área, Inmaculada Olivero, considera que por más que se intente tener limpias las calles la gente no colabora. Asegura que en la calle Real y en el centro existen ceniceros pero la gente no los utiliza. En ocasiones tiran papeles y cuando se tiran las colillas salen ardiendo. "Es un trabajo de chinos, la gente cree que la calle no hay que cuidarla, sólo se asume con las sanciones", añade la edil quien apoya las multas porque "es la única forma de que la gente lo entienda". Olivero destaca que en Barcelona puede ser la sanción de hasta 1.500 euros. "Es triste que deba hacerse así pero es que las campañas no sirven para nada. No significa que nosotros vayamos a tomar estas medidas pero es una barbaridad la cantidad de residuos de tabaco que se recogen y el malestar de los barrenderos es muy grande", aclara. Con respecto a las playas, añade que se han repartido conos de plástico y son pocos los que lo utilizan.
En San Roque, el alcalde y concejal de Obras y Servicios, Fernando Palma, destaca que en las playas del municipio se han dejado de repartir estos utensilios, ya que la gente los usa y los desecha utilizándolos sólo una vez. "En las tiendas y bazares de todo a un euro se venden también y pensamos que los ciudadanos deben ser más solidarios, como en Europa donde hace años la gente lleva su propio cenicero a todas partes", explica el alcalde quien indica que a pesar de ello las playas de San Roque -tres de ellas con bandera azul-, están más limpias que nunca.
En cuanto a las calles del municipio, Palma considera que es necesario acostumbrar a los fumadores a echar los residuos a las papeleras habilitadas para ello. "En los edificios del Diego Salinas tenemos ceniceros tenemos en las puertas. Queremos ponerlos fijos cuando haya más dinero. Precisamente hace un mes se ha instalado uno en el antiguo Ayuntamiento", apunta Palma, quien destaca que Emadesa cuenta con 4 ó 5 máquinas barredores, pero es más difícil recoger las colillas en el casco porque el pavimento es más antiguo.
En Tarifa, la responsable del área de limpieza, Ana María Sánchez, indica que los barrenderos siempre están recogiendo restos de cigarrillos del suelo. Añade que se necesita más concienciación, no sólo para que la gente deje de fumar sino también de ensuciar. A diferencia de otras poblaciones, Sánchez indica que en las playas se reparten cucuruchos desde hace años y la gente lo respeta, al menos en Los Lances, en su parte más urbana. "La pasada semana repartimos en la playa Chica hasta 200 conos de plástico procedentes de la Diputación y se reparten varias veces durante el verano", apunta Sánchez.
A pesar de ser el municipio de la comarca que más recicla plástico y vidrio, en Castellar las colillas también están en la calle, al igual que en Jimena o Los Barrios, una tarea que queda únicamente para los barrenderos. La presidenta de la junta vecinal de Palmones, Pilar Olivares, añade que este año ha habido muchas quejas de los usuarios de la playa por la suciedad que además de los temporales, se suman las colillas y las pipas. "Debe haber más concienciación de todos en la limpieza", concluye Olivares.
Fuente: europasur.es
http://www.europasur.es/article/comarca/750492/las/calles/sucias/los/ceniceros/vacios.html
